La lactancia materna continúa siendo la principal fuente de nutrición hasta el año de vida. Desde los seis meses debió iniciar la alimentación complementaria con la introducción progresiva de distintos tipos de alimentos para complementar su nutrición, aún debe continuar la lactancia, si el bebé se encuentra succionando adecuadamente y con un correcto agarre la producción de leche se mantendrá.
El uso de pacificadores, chupones o mamilas es posible, idealmente por períodos reducidos para calmar la ansiedad del menor. Durante los 8 meses de vida, inicia el reconocimiento de personas, por lo que el bebé puede tornarse más demandante de afecto al empezar a reconocer que alejarse de la madre puede significar su desaparición. Tenga paciencia e intente identificar señales en su hijo que puedan indicar otras situaciones como hambre o enfermedad que requieran mayor atención.
Recuerde asistir a controles de crecimiento y desarrollo de forma periódica.