El reflujo gastroesofágico se puede manejar de forma adecuada llevando a cabo unos buenos hábitos de alimentación entre los cuales es importante tener en cuenta:
1) Evitar comidas copiosas o abundantes.
2) Evitar acostarse inmediatamente después de comer.
3) Se pueden utilizar medicamentos reguladores de la movilidad intestinal que aceleren el vaciamiento gástrico y eviten la producción excesiva de gases en el estómago y los intestinos.
4) Se pueden utilizar medicamentos antiácidos en caso de que se presente esofagitis por el reflujo con el fin de evitar daños en la mucosa del esófago por efecto del ácido estomacal.
5) Evite las comidas ricas en grasas, ya que hacen un tránsito más lento y pueden desencadenar episodios de reflujo.
Para la tos y las flemas, una buena hidratación puede mejorarlas al facilitar la expulsión de estas últimas y si es necesario se puede usar un jarabe para tal fin.