La T de cobre funciona ejerciendo un efecto de barrera evitando el encuentro entre el óvulo y el espermatozoide por su forma que cubre las entradas a las trompas uterinas, por otro lado, el cobre tiene un efecto ionizante que altera la movilidad y vitalidad de los espermatozoides complementando así su efecto.
Aunque en teoría se puede usar en cualquier mujer sin importar la edad, la mayoría de los médico los prefiere para aquellas que ya han tenido hijos ya que esto hace más fácil su colocación y se considera el riesgo de perforación tiene menor impacto. Se recomienda entonces que sea su médico quien establezca el método que mejor se adapta a sus necesidades.