Un síndrome febril no alcanza la temperatura suficientemente alta ni sostenida por el tiempo suficiente para afectar el funcionamiento de las enzimas en el cuerpo. Si bien produce indirectamente una respuesta enzimatica más rápida, esto no es por la temperatura sino por la activación de células y sustancias del sistema inmunológico para defenderse de la infección. Los aumentos de temperatura que logran afectar el
Funcionamiento enzimatico se dan en modelos in vitro, en laboratorios a temperaturas sostenidamente mucho más altas (o bajas).