Algunos niños con autismo desarrollará convulsiones, que a menudo comienzan en la infancia temprana o cuando se convierten en adolescentes. Convulsiones, causadas por actividad anormal en el cerebro, pueden producir pérdida de conciencia temporal (desvanecimiento), una convulsión corporal, movimientos inusuales o ausencia. A veces, un factor que contribuye es la falta de sueño o una fiebre alta.
Las convulsiones se pueden controlar con algunos medicamentos llamados “anticonvulsivos”. La dosis del medicamento se ajusta cuidadosamente, de manera que se utilice la mínima cantidad posible que sea eficaz.