No existe evidencia científica que respalde que la temperatura corporal es un predictor de la llegada de la menstruación y no es una forma confiable de medirlo debido a que la temperatura puede cambiar por múltiples factores y no es posible determinar cuál de todos es el que la hace subir o bajar en una ocasión particular. La temperatura basal depende de muchas variables como la edad, el género, la temperatura ambiente, la tasa metabólica, el momento del día en el que la toma, la zona del cuerpo e incluso el estado de ánimo.