Es un efecto que empieza a aproximadamente a las 2 o 3 horas de haber consumido el alimento y los síntomas deben durar hasta 24 horas después del episodio. Esto es asumiendo que se trata de una intoxicación alimentaria por toxinas bacterianas en las comidas, que es lo que se conoce como alimento contaminado o descompuesto. Si dura más de 24-48 horas, ya no se cree que se trate de algo asociado al alimento sino de una gastroenteritis de origen viral o bacteriano y el tratamiento sería diferente.