El lavado de oído es un procedimiento que se realiza por el personal de la salud para la extracción de cuerpos extraños o para la liberación de tapones de cerumen de difícil manejo, no se recomienda realizar este procedimiento en casa y mucho menos por personal inexperto. Para este procedimiento se suele utilizar agua destilada o incluso solución salina al 0.9% y una jeringa grande para la aplicación del liquido. El no realizar una técnica adecuada o por personal no experimentado puede conllevar a complicaciones como: perforación timpánica, nauseas, vomito, dolor, vértigo y sangrados.