El rituximab se considera un fármaco de segunda linea en el tratamiento del pénfigo cicatrizal y se utiliza cuando falla la terapéutica convencional. De hecho, este medicamento ha demostrado una rápida y dramática eficacia en pacientes con pénfigo cicatrizal severo y refractario.
El pénfigo cicatrizal es una enfermedad autoinmune, crónica, inflamatoria, y de ampollas subepiteliales, de carácter benigno que afecta las membranas mucosas. El rituxiab es un anticuerpo monoclonal quimérico murino/humano que ejerce su efecto sobre en los linfocitos B, en los linfocitos pre-B y en las pre-células plasmáticas regulando la parte autoinmune de la enfermedad.
Este medicamento aún se encuentra en periodos de estudios clínicos para esta enfermedad por lo que únicamente puede ser recetado por el médico.