No debes empezar fisioterapia sin previa autorización médica, en su defecto, se pueden realizar movimientos asistidos del miembro afectado aproximadamente dos veces por semana durante el tiempo de inactividad. Debes tener en cuenta que incluso pueden pasar entre 3 y 12 semanas hasta que tu médico establezca un programa completo de fisioterapia y rehabilitación. Este programa suele incluir:
•Baños de remolino, de contraste, crioterapia y electroterapia analgésica.
•Movilizaciones pasivas analíticas de todas las articulaciones del pie.
•Movilizaciones globales en todas las posiciones del miembro de forma suave e indolora.
•Movilizaciones activas primero analíticas y luego globales.
•Reeducación de la marcha y ejercicios propioceptivos.
El proceso es lento y progresivo y debes tener vigilancia médica estricta que pueda revisar la adecuada consolidación de la fractura para ir avanzando en el manejo.