La automedicación representa distintos problemas para la salud individual y colectiva.
Automedicarse incrementa la exposición innecesaria a medicamentos y los riesgos de eventos adversos por la medicación, puede retrasar los diagnósticos, agravar patologías, incrementar la resistencia antibiótica y generar bacterias más peligrosas.
Como indicaba estos problemas afectan al individuo que los consume, a su núcleo familiar y la población donde habita (la resistencia antibiótica), e incluso el medio ambiente al aumentar los desechos farmacológicos.