El embarazo predispone a la presencia de infecciones urinarias, sobretodo cuando este ha avanzado, es decir, en el segundo o tercer trimestre, sin embargo de ninguna manera es un signo de gestación. La gran mayoría de las mujeres sufrirán en algún momento de su vida de infecciones urinarias, principalmente debido a la cercanía de la región anal y las bacterias propias del área y la zona genital. Debes tener en cuenta de igual manera que una infección puede producir retraso en la menstruación por lo que si llega a suceder no debes extrañarte.
Te recomiendo que si has mantenido relaciones sexuales de riesgo realices una prueba de embarazo para detección de beta hCG en sangre u orina pasados al menos 10-15 días de la relación ya que es la manera definitiva de descartarlo. Además, será necesario que acudas al médico ante la presencia de la infección urinaria ante de que pueda complicarse avanzando a riñones, mientras acudes te recomiendo consumir abundantes líquidos e incluir el arándano a tu dieta.