Si se trata de una lesión por herpes esta corresponde a un proceso infeccioso viral, el cual suele ser adquirido en la infancia y permanece latente en el cuerpo, cursando con períodos de reactivación a lo largo de la vida, es más fácilmente reconocido como fuego labial. Usualmente es autolimitado, pero el manejo antiviral puede contribuir a acortar su duración y disminuir levemente la recurrencia.
No se trata en principio de una condición grave, si bien es contagiosa no requiere aislamiento, ya que su contagio se obtiene por contacto cercano con lesiones u objetos infectados, la mayor precaución sería el contacto con niños, embarazadas, adultos mayores.