Esto pasa porque el óvulo fecundado requiere de implantarse en el útero. Ya que la menstruación consiste en la pérdida del recubrimiento interno del útero, el óvulo fecundado produce la elevación de hormonas del embarazo, y previene que este proceso se de, para que pueda quedar implantado dentro del útero, permitiendo que el bebé pueda crecer posteriormente.