La única manera de conocerlo con certeza es tomándose adecuadamente la presión arterial con un tensiometro. Esta no debe estar por encima de 130 (la sistólica) /80 (la diastólica). Si se encuentra en estos valores o encima de los mismos, siendo que se ha evidenciado asi en dos ocasiones diferentes, se hace el diagnóstico de hipertensión arterial o presión arterial alta. Ahora bien, la hipertensión arterial es conocida por ser silente, es decir que la mayoría de las veces no produce síntomas a menos que algo grave este ocurriendo (un trombo cerebral, un infarto, entre otros), por lo que sólo sospecharla por síntomas se hace muy difícil.