Durante el embarazo existe aumento de peso por diferentes factores que incluyen el peso propio del feto, el peso de la placenta y el volumen del líquido amniótico pero también debido a cambios metabólicos que preparan a la mujer para la lactancia. Si nos limitamos a porcentajes se calcula que 30% del peso ganado es el feto, 40% corresponde a tejidos anexos al feto y el resto a grasa que se gana con el embarazo. Las mujeres que durante el embarazo mantienen un índice de masa corporal (IMC) normal y la ganancia de peso es adecuada, presentan una mejor evolución durante el embarazo y del parto. En una mujer con peso normal se recomienda subir de 11 a 16 kg durante el embarazo. Si la mujer gana más peso del debido tiene riesgo de presentar:
-hipertensión.
-diabetes mellitus.
-varices.
-coledocolitiasis.
-embarazos prolongados.
-retardo en el crecimiento intrauterino.
-mayor porcentaje de complicaciones al nacimiento.
-complicaciones trombóticas.
-anemia.
-infecciones urinarias.
-desórdenes en la lactancia
-obesidad infantil.
Para saciar las necesidades metabólicas en el primer trimestre, en la dieta debe ser de unas 1,800 calorías en las que se deben incluir ingredientes saludables. En el segundo trimestre, el feto dobla su talla por lo que amerita alrededor de 2,500 calorías y por último durante el tercer trimestre, es decir, en los últimos meses de gestación, se debe aportar a la dieta unas 2,750 calorías diarias y contener sólo unos 100 gramos de proteínas.