Generalmente en pacientes sanas (sin enfermedades conocidas previamente) suele ser suficiente con la entrevista clínica (antecedentes personales y familiares, toma de medicamentos o alergias, etc) así como la valoración de los deseos de la paciente para establecer el método que se ajuste a sus necesidades (Pastillas, inyecciones, Dispositivo Intrauterino - DIU).
No obstante en algunos casos podría llegar a ser necesario el uso de exámenes complementarios que permitan determinar con mayor fiabilidad la seguridad del uso de anticonceptivos orales, así como la presencia de otras enfermedades que puedan beneficiarse de un manejo con estos medicamentos. (Prueba de embarazo, niveles de hormonas en sangre, entre otros)