En general, la inflamación de los ganglios linfáticos por causas infecciosas tiene una duración entre 2 a 4 semanas, en ocasiones podría llegar a ser hasta de 6 semanas; sin embargo, no es lo usual.
La sospecha de que algo no anda bien con respecto a un ganglio, no solo depende del tiempo de duración, sino que depende también de la localización, el tamaño, la movilidad, la consistencia, la presencia del dolor y las enfermedades asociadas.
Por ejemplo, ganglios occipitales o en el cuello, menores a 1 centímetro, suaves, móviles y dolorosos son de buen pronóstico.
Sugiero que si tienes un ganglio aumentado de tamaño, de más de 4 semanas de duración o si es duro consultes al médico general, ya que puede requerirse de estudios adicionales, como un cuadro hemático, exámenes para descartar infecciones o según su criterio biopsia.