Se recomienda no fumar durante varias semanas, después de las intervenciones quirúrgicas, ya que el tabaco interviene en la cicatrización de las heridas, perturba los mecanismos de reparación de los tejidos. El dejar de fumar permitirá una mejor consolidación de los mismos. Los riesgos debido a una mala cicatrización aumentan en pacientes fumadores, presentan 6 veces más posibilidades de desarrollar una infección de la cicatriz postoperatoria. Se sugiere por lo menos 4 semanas libres de tabaco, para permitir una buena cicatrización.