La menstruación en algunas ocasiones puede estar sujeta a condiciones en las que puede ser sujeta a cambios emocionales. A veces el estrés físico o emocional puede causar cambios en la llegada de la menstruación, bien sea adelantándola o atrasandola. Por lo que esto podría llegar a ser una posibilidad siempre y cuando el estrés en cuestión haya sido lo suficientemente fuerte para promover estos cambios.