Comer tus propias heces en teoría no resulta dañino si eres un individuo saludable, pues las bacterias que ahí se encuentran son las mismas que viven en tu sistema digestivo. A pesar de esto, no es nada recomendable hacerlo, es imposible saber si estas del todo sano y es una practica patológica llamada coprofagia que normalmente tiene un componente cognitivo-conductual que amerita manejo profesional, así mismo puede derivar en la ingesta de heces ajenas la cual si puede resultar muy dañina debido a las enfermedades que se transmiten de esta manera.