La condritis o costocondritis suele desaparecer por sí sola, aunque es posible que dure varias semanas o más. El tratamiento se centra en el alivio del dolor:
- Manejo farmacológico: están indicados los analgésicos, de los cuales se pueden consumir aquellos de venta libre (ibuprofeno, ketorolac, diclofenac) según posología, sin embargo en ocasiones se requieren otros de acción mas fuerte. Ciertos sedantes, antidepresivos y anticonvulsivantes, han demostrado eficacia en el manejo del dolor crónico; sin embargo este manejo debe ser supervisado por tu médico en consulta presencial, quien en base a la intensidad, duración y concomitantes, decidirá la terapia que mejor se adapte a ti.
- Fisioterapia: ejercicios de estiramiento (músculos del pecho) y estimulación nerviosa, indicado en aquellos pacientes que padecen condritis de forma prolongada.
- Otros procedimientos: si las medidas conservadoras no funcionan, se puede recurrir a inyecciones de anestésicos y corticoesteroides directamente en la articulación con dolor.
Este dolor suele ser bastante incomodo y en algunos casos puede ser tan intenso e incapacitante y simular un infarto agudo al miocardio, por lo cual es importante que si el dolor persiste, empeora o se acompaña de otros síntomas, acudas a valoración médica presencial.