El manejo de la inflamación prostática se realizaría de forma teórica con fármacos antiinflamatorios, o de acción a nivel de vía urinaria como bloqueadores alfa adrenérgicos. No obstante, la corrección del proceso inflamatorio dependerá de la causa de este, si se refiere a un proceso infeccioso el manejo incluirá antibióticos, si se refiere a una hiperplasia prostática se emplearan medidas o hábitos urinarios así como medicamentos para controlar los síntomas o intervenciones quirúrgicas.