Si su dolor es secundario a algún golpe o trauma, evalúe si la piel del pie se encuentra morada o inflamado en cuyo caso debe consultar al servicio de urgencias para descartar una fractura causada por el impacto. Si ha empezado a dolor sin ninguna otra explicación, trate de identificar si hay un momento específico del día en el que sucede, si limita sus movimientos y si se localiza más en la región de los dedos en cuyo caso habría que descartar acumulación de úrea en las articulaciones etc.