Este tipo de operaciones tiene los mismos riesgos que cualquier intervención quirúrgica (sangrado, dolor, infección, mala cicatrización, reintervencion o hasta muerte, entre otras) y como propias de esta estarían la ruptura del implante, el recambio/reintervencion del mismo, que el resultado no sea el esperado, asimetría, reacciones de defensa contra el injerto entre otras.
A pesar de ser una intervención practicada frecuentemente es muy recomendable que sea realizada por un cirujano plástico con experiencia en la técnica, en un centro sanitario higienico y que brinde los controles postoperatorios adecuados.