Consiste en la inyección en determinadas zonas del cuerpo, de un anestésico local en concentraciones bajas. A diferencia del uso del agente anestésico local en un contexto meramente anestésico, en la terapia neural el objetivo primordial es la restauración de los potenciales eléctricos en la membrana celular. Dichos potenciales se encuentran alterados en mayor o menor medida en todas las patologías, y se han vuelto menos electronegativos, en comparación con lo que se observa en las células sanas.
Según los proponentes de esta técnica, la aplicación del anestésico local influye sobre el sistema nervioso vegetativo, desencadena diversas acciones tanto locales como a distancia y sirve como tratamiento para múltiples enfermedades y dolencias. Si bien todavía hay escasa evidencia científica que avale su efectividad, existen varias publicaciones disponibles en la literatura médica internacional que informan acerca de efectos en indicaciones específicas