No es necesariamente grave, ya que tanto la gastritis erosiva como la esofagitis tienen tratamiento. La presencia de gastritis erosiva es señal de que existe infección por la bacteria Helicobacter pylori, por lo que es necesario realizar una biopsia para determinar si efectivamente la bacteria se encuentra en su estomago. En caso de encontrarse la bacteria, su médico le recetará un tratamiento con medicamentos para erradicarla de su sistema.
La esofagitis es una inflamación del esófago generalmente como consecuencia del reflujo gastroesofágico. El reflujo se presenta cuando el esfínter esofágico inferior no cierra completamente permitiendo el paso del ácido estomacal hacia el esófago. El esófago esta cubierto por una capa de tejido mucoso por dentro, el cual no es apto para soportar el pH bajo del ácido proveniente del estómago, por lo que se produce inflamación. La esofagitis grado A es la esofagitis más leve y es totalmente reversible.
La hernia hiatal es aquella que se produce cuando una porción del estomago protruye por el hiato, un agujero en el diafragma que es el músculo que divide la cavidad abdominal de la cavidad torácica. Cuando se da este tipo de hernia, el esfínter esofágico inferior puede perder su capacidad para cerrarse por completo, dejando pasar el ácido proveniente del estómago hacia el esófago.
Para poder solucionar el problema del reflujo y subsecuentemente la esofagitis, puede que sea necesario corregir primero la hernia. Su médico le orientará las medidas a seguir para que la recuperación sea completa.