La sensación de zumbidos se denomina tinnitus o acúfenos y sus causas son diversas entre las cuales se encuentran:
- Agnogénicas: En el 50% de los casos no es posible conocer la etiología.
- Congénitas: Producidas por trastornos genéticos o por anomalías malformativas del oído.
- Infecciosas: La ocupación del oído medio por moco o secreción purulenta.
- Neoplásicas: Exostosis, osteomas, carcinoma de células escamosas, basaliomas, entre otros.
- Neurológicas: Contracciones musculares clónicas de los músculos del paladar, de la trompa de Eustaquio, tensor del tímpano o tensor del estribo.
- Vasculares: Las mas común hipertensión arterial.
- Traumáticas: Barotrauma y traumatismos craneoencefálicos.
- Farmacológicas: La utilización de determinados fármacos ototóxicos (salicilatos,
aminoglucósidos, antineoplásicos, diuréticos, antipalúdicos), supresión brusca de benzodiacepinas. Determinados fármacos antihipertensivos, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y antagonistas del calcio, se han relacionado con la aparición de acúfenos pulsátiles.
- Endocrinológicas: Los periodos de hipoglucemia se han asociado con la aparición de acúfenos. Los trastornos tiroideos pueden cursar con acúfenos por las alteraciones en el gasto cardiaco que producen.
- Misceláneas: El tapón de cerumen, perforaciones timpánicas, enfermedad de Paget, síndrome de Ménière, anemia, toxemia, psicológicos, déficit de zinc, cobre, hierro y vitaminas, etc.
El tratamiento de elección debe ser etiológico, sintomático en su defecto o de las consecuencias que produce el acúfeno si no se puede actuar en los dos anteriores
supuestos. Sólo un 5 o 10 % de los acúfenos cursan con patología conocida responsable
del síntoma y en la mayoría de los pacientes existen varias causas concomitantes. Un diagnóstico apropiado permitirá un tratamiento dirigido más eficaz.