Por la edad y el patrón cambiante de los dolores podría tratarse de una inflamación de la unión entre las costillas y el esternón, la cual es netamente benigna (no requiere tratamiento a menos que sea muy sintomática). Puedes intentar realizar ejercicios de estiramiento del tórax para darle mayor movimiento al mismo y disminuir un poco los dolores con el tiempo. En caso que los dolores se presenten con la actividad física y no cedan con el reposo, o aumenten en duración o intensidad, si es recomendable consultar con tu médico de cabecera.