La rosácea es una condición inflamatoria de la piel en la que ocurrirán episodios de enrojecimiento y descamación de la piel. El manejo de esta condición debe llevarse a cabo por especialista y podrá incluir el uso de antibióticos tópicos, acido azelaico o retinoides, pudiendo complementar el manejo en algunos casos con terapia láser e inmunosupresores tópicos.
Recuerde el uso de bloqueador solar y evitar la exposición prolongada al sol. Acuda a control dermatológico y evite la aplicación de productos sin previa consulta con su médico tratante por el riesgo de exacerbación.