La sifilis se divide en etapas; la primera de ellas es la sifilis primaria donde la lesión característica es el chancro duro, el cual aparece entre los 20 a 90 días posterior al contacto sexual, y aparece en el lugar de la inoculación (pene, vagina, ano o boca); es una lesión sobreelevada, de consistencia cartilaginosa, no dolorosa, de fondo limpio, sin exudado y normalmente única; se acompaña de adenopatías (inflamación de los ganglios) regionales inguinales y bilaterales de consistencia dura, indoloras y que no supuran; la duración de la sifilis primaria es de 2 a 6 semanas. Las manifestaciones de la sifilis secundaria suele presentarse 2 a 8 semanas después de la exposición, y también duran de 2 a 6 semanas; se caracteriza por fiebre, cefalea, mialgias, anorexia, adenopatías y un exantema mucocutáneo generalizado (maculas, pápulas o pústulas) que suelen iniciar en el tronco y propagarse a las extremidades y afecta con frecuencia las plantas de los pies y palmas de las manos. Pueden aparecer lesiones elevadas llamadas condilomas latos, en pliegues cutaneomacerados y zonas de alopecia en cejas o barba. Si la enfermedad no se trata, puede permanecer asintomática de forma indefinida, este estado se denomina sifilis latente. Como no se dispone de vacuna protectora, las medidas de control dependen del tratamiento inmediato y seguimiento de los casos infectados, por ello es de vital importancia la asistencia a consulta médica presencial y el sexo seguro con preservativos.