Durante el embarazo se producen diferentes tipos de hormonas que tienen la función de preparar los órganos del sistema reproductor para el embrión que está en formación.
Durante las primeras semanas y el resto del embarazo el útero aumenta de tamaño, generando la sensación de leves molestias como el dolor. Así mismo, ocurre la persistencia del cuerpo Lúteo dentro del Ovario, la cual va a permitir la supervivencia del embarazo durante este periodo de tiempo, conllevando al aumento del tamaño del mismo, generando dolor muy leve y ocasional. Si el dolor no es tan leve y es constante, es decir que no desaparezca, o si esta acompañado de flujo café o sangrado evidente, podría corresponder a una amenaza de aborto y requiere atención inmediata.
Lo recomendable sería en primer lugar consultar con tu Médico para comprobar el embarazo e iniciar la prescripción de todos los exámenes de control prenatal, que incluyen la realización de una ecografía, en la cual se evaluará el estado del embrión y las demás estructuras del aparato reproductor, verificando que todo marche con normalidad y descartando cualquier anormalidad que amenace el adecuado desarrollo de tu embarazo.