Al hablar de Síndrome febril, se hace referencia a un conjuntos de síntomas y signos clínicos tales como aumento de la temperatura >38,5°C, aumento de la frecuencia cardíaca (taquicardia), aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea), disminución del apetito (anorexia), debilidad, mucosa oral seca, lengua saburral (lengua cubierta con una fina capa blanquecina formada por bacterias), disminución del ánimo, y que representa una reacción inespecífica del organismo frente a cierta agresiones y en particular procesos infecciosos.
Existen dos tipos:
- Síndrome febril agudo: donde la fiebre tiene un inicio repentino de menos de 7 días, en pacientes en los cuales no se hayan identificado signos ni síntomas relacionados con un foco infeccioso aparente.
- Síndrome febril prolongado: a la presencia de fiebre controlada de al menos 3 semanas de duración y 1 semana de estudio exhaustivo sin llegar a conocer su causa.
Entre las causas se pueden mencionar infecciones: virales, bacterianas, parasitarias; neoplasias, enfermedades como fiebre reumática, lupus, incluyendo incluso el consumo de algún fármaco.
Es necesario para su estudio, realizar un adecuado interrogatorio, tomando en cuenta datos clave para el diagnóstico como la edad, si hay alguna enfermedad transmisible que están afectando recientemente a la comunidad.
Se sugiere: acudir a consulta médica presencial para la realización de un examen físico completo, estudios de laboratorios adecuados, para determinar la causa. A demás del consumo de un antipirético de venta libre para el control de la fiebre.