En la teoría no pasa nada, pues la literatura no ha descrito que hayan interacciones farmacológicas entre la sertralina y el etanol o el alcohol como lo llamamos de forma popular. Sin embargo, es pertinente que tengas en cuenta que es un medicamento que se utiliza en personas con trastornos depresivos y que, a pesar del manejo, si la persona no está controlada puede persistir con ideas suicidas o similares y el alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central y podría hacer que el desenlace sea desfavorable o dejarte sumido en una depresión mayor a la que tienes si no estás controlado. De ahí a que lo hagas con muchísima moderación y cuidado.