La fiebre y dolor de garganta sugieren irritación a ese nivel como una faringitis, una faringoamigdalitis o una rinofaringitis; dependiendo de síntomas acompañantes o hallazgos clínicos. En la mayor parte de los casos corresponde a un proceso de origen viral, siendo el manejo sintomático, es decir, control de la fiebre y molestias locales que se puede lograr mediante alimentos blandos y fríos, antisépticos tópicos de uso bucofaríngeo, y antipiréticos como el acetaminofén.
Si presenta fiebre de difícil manejo, malestar marcado o se observan placas blanquecinas o amarillas en la garganta puede requerir manejo adicional, siendo necesaria una evaluación médica.
Acuda a urgencias en caso de dificultad respiratoria, se le hunden las costillas, fiebre persistente más de 5 días.