El legrado uterino es la intervención quirúrgica mediante la que se realiza un raspado de las paredes internas del útero para extraer la capa mucosa denominada endometrio. Normalmente se lleva a cabo para la interrupción del embarazo así como para el tratamiento o detección de algunas patologías ginecológicas. Después de un legrado, el cuello del útero se encuentra dilatado más de lo habitual durante al menos dos semanas y además al tratarse de una intervención quirúrgica que suele realizarse mediante anestesia general, es normal que en los días posteriores usted se sienta un poco mareada, con malestar, dolencias abdominales o en la pelvis y tenga algún que otro sangrado vaginal. Es por ello, que no se recomiendan mantener relaciones sexuales durante los 10 o 15 días posteriores al legrado uterino, así se evitan posibles infecciones y complicaciones.