En ocasiones cuando nos enfrentamos a situaciones complejas, se presencian situaciones de vida o muerte, o uno o su familia se enfrenta a situaciones cercanas a la muerte, puede suceder lo que tu nos cuentas. Y claro, es al final de la noche cuando el ruido del día se va que queda más tiempo para pensar en esto.
En principio, no considero que sea una enfermedad mental, pero si se te está haciendo difícil el manejo considero importante hablar con un profesional en psicología. Adicionalmente te daré algunos consejos:
-Racionaliza en un diálogo contigo misma que la muerte es algo inevitable que hace parte del ciclo de la vida, por lo cual no puedes vivir en función de ello, sino que debes aprovechar la vida. En este mismo diálogo, recuerda que si no hay una enfermedad grave o una situación grave, la muerte no sería algo cercano o frecuente. No puedes ponerte a pensar en todas las posibilidades porque de esta forma no encontrarás tranquilidad alguna.
-Ten presente que hay cosas que puedes controlar y otras que no, ocúpate de lo que puedes controlar, de lo que no, no vale la pena ocuparse ni preocuparse porque justamente está fuera de nuestras manos.
-Piensa en positivo, en este momento tú, tu esposo y tus seres queridos están vivos, debes aprovechar los momentos con ellos, estar bien y cuidar de ti, para que puedan pasar bonitos momentos juntos. En este punto, es importante que les expreses a tus seres queridos lo que sientes por ellos.
-Si crees en Dios, realizar oraciones y acercarte a Él te puede ayudar.
-Dialoga con tu esposo sobre tus pensamientos, la visión de él también puede ayudar a que estés más tranquila.
-Vete a la cama solo cuando estés lo suficientemente cansada; realiza actividades diarias que te ocupen la mente y te cansen para que en la noche no tengas mucho tiempo de tener esos pensamientos.
Espero que mis consejos te ayuden.