No, de hecho el ejercicio, regular moderado y continuado mantenido durante 30 minutos y practicado entre 3 y 5 días, es necesario en ambas patologías para asegurar una adecuada perfusión sanguínea y mantener un estado inmunológico adecuado y así reducir el riesgo de presentar enfermedades vasculares y no aumentar las necesidades de diálisis. Lo indicado es ser muy cuidadoso a la hora de realizar ejercicio evitando las lesiones musculares que pueden derivar en rabdomiolisis con complicaciones renales subsecuentes. Te recomiendo que el tipo de ejercicio y limitaciones sean diseñados por tu médico según tus necesidades.