Una persona que tiene riesgo de diabetes debe tener periódicamente los exámenes de diabetes, es decir las pruebas de glicemia, ya sea en ayunas, poscarga o hemoglobina glicosilada, cada 6 meses o cómo lo considere su médico tratante. No necesariamente debe tener todos los exámenes de función renal, uroanalisis, perfil lipídico si estos han estado normales y no hay diagnóstico hecho de diabetes