Esto puede corresponder a parte del himen o a las estructuras propias anatómicas del introito vaginal. Estas suelen ceder o no molestar luego de mantener relaciones sexuales, si a pesar de ello de alguna manera interfieren podría ser necesaria la valoración por parte del médico quien determine si amerita la resección quirúrgica de dichas estructuras de manera tal de facilitar las relaciones sexuales.