Los meniscos son dos estructuras de fibrocartílago con aspecto de medialuna, ubicadas dentro de la rodilla, entre el fémur y la tibia, en los compartimentos medial y lateral. Estos son muy importantes en el funcionamiento de la rodilla, ya que permiten realizar una absorción del impacto, actuando como “amortiguadores”, ayudan a transferir las cargas, aumentan el contacto que existe entre el feémur y la tibia, generando un incremento en la estabilidad de la articulación. Los síntomas principales que acompañan una rotura meniscal son dolor, inflamación, puede haber dificultad para movilizar la rodilla e incluso, en ocasiones, se puede bloquear el movimiento normal. Para confirmar el diagnostico, se practican exámenes de imágenes, que incluyen la radiografía y resonancia magnética, determinando así la ubicación, el tipo de lesión y si existen otras lesiones asociadas. Es importante que acudas al especialista para evaluar los síntomas y obtener un diagnóstico temprano, ya que se podrían generar mas daño en dicha zona.