Sí, dependiendo de la causa. Entendiendo que este proceso inflamatorio se debe regularmente a una alteración de las bacterias vaginales, una infección o una reducción en los niveles de estrógeno relacionados con la menopausia, el tratamiento puede incluir el uso de probióticos, antibióticos/antimicóticos o terapias de reemplazo hormonal, respectivamente. Es necesario que un médico establezca el diagnóstico a través de consulta presencial y así define la conducta a seguir.