La sensibilidad de los órganos genitales es recogida por nervios localizados en el pene, el escroto y toda la zona pélvica, que transmiten el estímulo hacia la columna vertebral y luego el cerebro, donde son leídos como satisfactorios por regiones específicas en el mismo, que luego producen hormonas y estímulos que dan la sensación de placer.