El aguantar las ganas de orinar mucho tiempo, puede generar una distensión de la vejiga, que es la bolsa donde se acumula la orina, ello generará cada vez más dolor y en el momento en que no sea capaz de acumular presionará el conducto por donde se orina y habrá incontinencia. Además hay más riesgo de que la orina se regrese hacia los riñones, lo que puede generar daño irreversible.
La orina cumple una función de barrido de las vías urinarias, para evitar infecciones, por lo tanto sino se orina frecuentemente se puede aumentar el riesgo de infección urinaria.