La prueba más común para la valoración del excremento es el coprologico, la cual se usa para determinar qué tipo de diarrea presenta un paciente (bacteriana, viral o parasitaria) cuando la tiene, o para descartar la presencia de parásitos en las heces así no haya diarrea. Cuándo se requiere saber la bacteria específica que produce una enfermedad intestinal, se puede usar el coprocultivo. Y en caso de que se sospeche un sangrado por ejemplo del recto o del intestino grueso , se puede solicitar sangre oculta en heces. Estos son de manera muy general los exámenes que se usan frecuentemente en este aspecto.