Hay personas que son más propensas que otras a infectarse por amigdalitis. Ocurre que la respuesta inflamatoria de las amígdalas de estas personas es más pobre y más sensible a los virus y microorganismos que infectan la garganta y tienen una mayor dificultad para resolver el problema y por tal motivo tienen amigdalitis con mayor frecuencia. Cuando esto ocurre, en varias ocasiones, lo que ofrecen los médicos es retirar las amígdalas ya que estas son una fuente de posible infección y se demostró que no logran combatir de forma satisfactoria las infecciones como otras personas si lo logran hacer.