El virus del VIH es un virus que a diferencia del virus de la gripe y otros virus no puede sobrevivir en el ambiente, por lo que si el virus se encuentra en la mano de una persona, la cual se encuentra en contacto con el medio ambiente, el virus está desactivado, es decir, el virus pierde por completo su capacidad de infectar. Usted puede saludar, hablar, abrazar y hasta besar a una persona con VIH sin que exista riesgo de ser infectada.
El VIH requiere ser transmitido por medio de fluidos corporales como sangre, semen y secreciones vaginales de persona a persona para poder ocasionar infección. El VIH o virus de inmunodeficiencia humana no ocasiona por si solo enfermedades ni tiene la capacidad de matar. El VIH ocasiona que las defensas del cuerpo pierdan su capacidad de protegernos poco a poco, abriendo el paso para la entrada al cuerpo de gérmenes que usualmente no podrían generar enfermedad en una persona sana. Una de las principales causas de muerte en personas infectadas con VIH es tuberculosis, que es una enfermedad causada por una bacteria.
Es importante diferenciar que no todas las personas infectadas con VIH tienen SIDA o llegan a desarrollar SIDA. Una persona con VIH puede no tener ningún síntoma de enfermedad y aparentar ser una persona sana hasta 10 años después de haberse infectado (algunas personas no tienen síntomas durante mas años), mientras que una persona con SIDA es una persona cuyo sistema inmune ya ha sido debilitado por el virus, y esta empieza a presentar infecciones frecuentes.
Hoy en día con los avances en terapia antiretrovirales para las personas con infección por VIH, una persona infectada puede llevar una vida casi cien por ciento normal.