La dieta de una persona a la que le han extraído la vesícula no tiene grandes restricciones, usted puede comer cualquier alimento, lo importante es que mantenga un bajo consumo de grasas debido a que como no se tiene la reserva biliar que se tenía antes, las comidas muy copiosas o ricas en grasa van a tomar más tiempo en digerirse y el paciente empieza a presentar distensión abdominal y dificultad para digerir adecuadamente dichos alimentos.