La varicela es una de las enfermedades más contagiosas, especialmente en las etapas tempranas. La transmisión de persona a persona es de forma directa o indirecta: la primera ocurre por inhalación de secreciones por parte del tracto respiratorio cuando el enfermo estornuda y tose. La segunda es cuando el individuo tiene contacto con objetos contaminados con secreciones del enfermo o con el líquido vesicular. La enfermedad se disemina rápidamente y el contagio es posible hasta el quinto día después de la aparición de las vesículas. Por lo lo general deja de ser contagiosa después del sexto día, cuando no hay aparición de nuevas lesiones y se han formado costras.