Hasta el momento, la acetona no ha demostrado ser un producto tóxico, de hecho de una en muchos productos de costometología y lo único que se encuentra contraindicado en este momento es su ingesta y su aplicación en heridas abiertas. Con respecto al acetato de butil, la evidencia demuestra que es la exposición prolongada a este producto y en cantidades industriales lo que puede tener propiedades cancerígenas. Por lo demás, se trata de un producto seguro.